miércoles, 8 de septiembre de 2010

La Rabona: Compañera del Ejercito Peruano

El Perú del siglo XIX antes, durante y después de la independencia sufrió una serie de importantes combates y guerras, las cuales fueron afrontadas por nuestros militares peruanos. El ejército peruano, en esos tiempos, estaba conformado por esclavos, novatos, conscriptos y muy pocos verdaderos militares, lo cual fue consecuencia de la inestabilidad que se vivía por estos días. Militares o esclavos disfrazados de ellos, todos se dirigían a las Guerras, luchando por el valeroso honor de nuestro país o de su causa. Pero, ¿alguna vez nos hemos preguntado, quienes abastecían de alimentos en sus largos trayectos a estos?, ¿Quiénes auxiliaban y ayudaban a estos guerreros en tareas cotidianas que no podían realizar mientras combatían? Mujeres  guerreras, valerosas y decididas!
La presencia de estas mujeres en las guerras va desde antes de la Independencia. Las Rabonas, mujeres guerreras y valientes que acompañaban y seguían a las tropas para ayudarlos en diferentes tareas. Los militares confiaban en ellas de manera tal que les asignaban tareas muy importantes, así como, tenían el conocimiento de todos sus pasos y estrategias preparadas de ataque o combate de la flota. Flora Tristán, pensadora y escritora feminista francesa, de ascendencia hispano-peruana, describió claramente a estas mujeres como lo podemos observar en la siguiente cita extraída del libro de Luz Stella Rodas Rojas:
“Las rabonas son las vivanderas de América del Sur. En el Perú cada soldado lleva consigo tantas mujeres cuantas quiere. Hay algunos que tienen hasta cuatro. Estas forman una flota considerable. Preceden al ejército por el espacio de algunas horas para tener tiempo de conseguir víveres, cocinarles y preparar todo el albergue que deben ocupar. La partida de la vanguardia femenina permite enseguida juzgar los sufrimientos de estas desgraciadas y la vida de peligros y fatigas que llevan. Las rabonas están armadas. Cargan sobre mulas las marmitas, las tiendas, y, en fin, todo el bagaje. Arrastran en su séquito a una multitud de niños de toda edad. Hacen partir sus mulas al trote, la siguen corriendo. Trepan así las altas montañas cubiertas de nieve y atraviesan los ríos a nado, llevando uno y a veces dos hijos sobre sus espaldas.”[1]
Pero no quedo allí la participación de la mujer en las guerras por la independencia. Se sabe que existieron mujeres mucho más atrevidas las cuales, muchas veces, llegaban a verse en medio de las batallas cuando estas se armaban de coraje con el fin de auxiliar, sobre todo, a los soldados que se encontraban mal heridos, a ellas se les llamaba “cantineras”. Las cantineras repartían agua en medio de la lucha, esquivaban las balas con una cantina llena de líquido, la cual repartían entre los soldados combatientes; atendían a los heridos y sostenían, de alguna u otra forma, al soldado que seguía luchando. En pocas palabras Las rabonas, o las cantineras, participaban activamente de la lucha, no esperaban solo el resultado.[2] Las mujeres desde mucho tiempo atrás han demostrado siempre estar preparadas para participar y lograr cosas muy importantes como lo es La Independencia.


[1] RODAS 2008: 272
[2] Cfr: Diario La república 2010

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Bibliografia:


BLOG DE LA PONTICIFIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU: http://blog.pucp.edu.pe/item/26348/las-rabonas (Consulta 17 de Octubre del 2010)

DIRIO LA RPEUBLICA:                                                    http://www.larepublica.pe/sucedio/10/03/2010/mujeres-guerreras (Consulta 17 de Octubre del 2010)

MEMORIA AMERICANA: Cuadernos de Etnohistoria http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-37512006000100005   (Consulta 17 de Octubre del 2010)

REVILLA DE MONCLOA, Fe (1995) La Paria Peregrina. Primera edición, Fondo Editorial Pontifica Universidad Católica del Perú. 

RODAS ROJAS, Luz Stella (2008) Flora Tristán: Devenir escritura, Devenir mujer. Primera  edición, Colombia.

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VIDEO: LA RABONA



SLIDE: LA RABONA


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